Saludos compatriotas! Bendiciones para ustedes en este nuevo día que la providencia divina nos regala, comienzo con esto porque hoy quiero hablar de la vida y con ella las vicisitudes, esta semana vivimos acontecimientos importantes que nos hacen reflexionar sobre lo breve y frágil que puede ser nuestro paso por la tierra.

Una serie de hechos inesperados sorprendieron a los venezolanos durante este mes de agosto, comencemos por comentar el derrumbe del puente sobre el Río Cúpira que conduce el paso hacia el oriente del país; días después las lluvias azotaron la parroquia Cumanacoa del estado Sucre, produciendo el desbordamiento del Río Manzanares y generando enormes pérdidas materiales en la zona y una persona fallecida; más reciente y doloroso, Amuay… la cifra de desaparecidos enluta el país y con gran dolor despedimos a estos compatriotas, en lo personal y desde el Gobierno Bolivariano de Ribas envío mis palabras de solidaridad y mi alma entera a la familia Delgado Llanos, hijos de esta tierra a quienes Dios Todopoderoso recibe con amor y los cobija bajo su manto de paz eterna.

Cuando uno conoce tragedias como esta, parece desgarrarse por dentro, hay un sentimiento de impotencia e indignación que poco se logra explicar, al tiempo que surge la necesidad imperante de ayudar, hacer algo, tender la mano…por eso hoy quiero llamar su atención y en especial la de aquellos que intentan sacar provecho político a lo ocurrido, ¿Quién puede desear la muerte de ciudadanos? ¿Quién puede alegrarse del dolor ajeno? En primer lugar hay que exigir respeto, respeto a los caídos, a las víctimas, al duelo, a sus sobrevivientes… a quienes deben empezar de cero a construir un hogar, a los que hoy buscan una razón para seguir adelante… y en segundo lugar, debemos estar claros de que nadie sabe cuando y como le toca partir.

Los desastres de la naturaleza el hombre no puede evitar y accidentes como el de Amuay deben ser investigados a fondo antes de establecer razones o señalar culpables, cualquier opinión que se emita afecta directamente a los familiares de las víctimas, más allá de tumbar gobiernos o atacar a la Empresa del Estado… por eso reitero el llamado al respeto…

Ahora bien, muy por el contrario de las miles de cosas que se han dicho, es justo hacer reconocimiento a las labores para atender todos estos sucesos, porque ciertamente no podemos impedir tragedias de esta magnitud, pero afortunadamente tenemos un Gobierno capaz de responder rápida y efectivamente ante ellas, sin decir con esto que la pérdida de vidas pueda superarse o reponerse, pero darle abrigo a quien quedó sin nada es una gran esperanza para el nuevo comienzo…¿recuerdan los sucesos de Tacoa en el año 1982? En el quinquenio presidencial de Luis Herrera Campins, no se conocen a ciencia cierta la cantidad de fallecidos, según las pesquisas fueron unas 160 personas entre bomberos, policías, defensa civil, comunicadores, trabajadores y colaboradores; al respecto se habló de saboteo, pero según relata el único sobreviviente de aquel fatídico día, Alexis Alzaul, las prácticas inexpertas de los bomberos produjeron la catástrofe.

Tres días después del hecho el ex presidente Herrera designa una comisión de investigación, que toma a Alzaul como principal sospechoso, tres meses más tarde el trabajador volvió a sus funciones tratando de superar el trauma y entender que había sucedido, el caso fue cerrado, 29 años han pasado y aun se desconoce la razón de las explosiones, las familias se supone fueron indemnizadas tiempo luego, la planta del arrecife tardó un año en funcionar y fue Tacoa el preludio de otro acontecimiento que marcó la historia económica del país, el viernes negro, en febrero de 1983, cuando el Gobierno venezolano se vio en la necesidad de devaluar el bolívar y decretar un control de cambio, pues no existía planificación financiera y mucho menos algún tipo de reservas.

Si mencionamos un caso internacional, creo que uno de los más devastadores fue el huracán Katrina, siete largos años han transcurrido y en Nueva Orleans siguen familias en espera de ayuda.

Volviendo a la actualidad, es mi deber resaltar que en tan sólo 11 días el Presidente Chávez logró la restitución del paso hacia oriente, de forma provisional, a vehículos con peso máximo de 35 toneladas, se colocaron 18mil metros cúbicos de material con protección hidráulica para evitar que se desmejore con una próxima crecida del río, se espera que en dos meses quede abierto definitivamente el tránsito por el lugar, en el puente que será construido en la troncal 9 sobre el río Cúpira.

En Cumanacoa se ha restablecido el 100% del servicio de agua y electricidad, se reconstruyó el dique, hasta la fecha se han distribuido 456 toneladas de alimentos, habitados 11 refugios para atender a 628 familias afectadas, siendo un total de 2683 personas que reciben ayuda integral a través del Gobierno Bolivariano. Se espera que en 10 días se recupere la telefonía mientras que la Gran Misión Vivienda Venezuela trabaja incesantemente para devolver sus hogares a los pobladores, en total 500 rehabilitaciones y 500 nuevas viviendas.

En este mismo orden de ideas, Amuay como el ave fénix renace entre cenizas, en 100 horas se dieron respuestas concretas, 60 viviendas ya fueron entregadas a familias afectadas, la GMVV recupera 500 casas en Punto Fijo, el Presidente Chávez anunció listas 379 viviendas más para esta semana además del inicio de un proyecto para 2mil soluciones habitacionales en Falcón, se creó fondo de 100 millones de bolívares para atención de las víctimas, tenemos suministro de gasolina garantizado durante la emergencia y contamos con el mejor equipo de bomberos en nuestra heroica empresa estatal, PDVSA.

La diferencia es notable compatriotas, nunca antes tuvimos gobiernos que sintieran el dolor ajeno, antes nadie se condolía del pueblo…hoy lo vemos hasta en nuestro municipio, la inmediatez para resolver los embates de las lluvias, hay equipos, personal, maquinarias, voluntades trabajando por el buen vivir… tenemos un líder que siente, que es humano, que asume y no cierra casos… ¡Chávez nos enseñó a levantarnos en la adversidad! ¡Y con él nos mantendremos de pie!

Pa´lante Venezuela, Dios nos dio otra oportunidad para demostrar nuestra grandeza…aquí nadie se rinde, ¡seguimos trabajando y ahora es cuando!…hasta la próxima semana.

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